jueves, 13 de marzo de 2014










Mural
Sinaloa Siglo XX: La Fusión de dos Culturas


Técnica: al Acrílico
Bastidor: Desmontable, lienzo sobre madera, montado en un muro de concreto,
Medidas: 35m²
Ubicación: Interior del edificio Mazatlán International Center
Mazatlán Sinaloa
 Año: 2009

Explicación temática del mural

Esta obra está dividida en escenas alegóricas que nos presentan por separado las etapas esencialmente sintetizadas del desarrollo y tratamiento turístico del golfo, zona de los puertos del noroeste del pacífico, donde los elementos principales de la obra mural son:
Un atardecer de un puerto donde en el cielo primitivo se refleja un venado significando específicamente a Mazatlán, el mar al horizonte en perspectiva, las montañas rocosas y arrecifes, con puertas y formas caprichosas, la playa, la ciudad en su crecimiento tecnológico, la navegación. Este planteamiento escénico de fondo nos muestra un desarrollo en plena construcción de proyectos marítimos, turísticos y económicos.
Sobre éste templete podemos ver como segundo plano el encuentro de las dos identidades que se fusionan: la apreciada histórica cultura mexicana, un orden matemático indígena con una identidad de sacrificios y dioses, a la defensa del español civilizado que trae la religión e impone las costumbres y la ley europea.
Este pasaje de lucha donde los actores principales son Vázquez de Coronado y Nuño de Guzmán, se da al pie de una pitahaya, como tratando de representar a Sinalo-bola (Sinaloa) pitahaya y agua según la toponimia, sin embargo todo el desértico noroeste se identifica por pitahaya y cactos.

Esta escena está enlazada por un puente que nos lleva a la actualidad, que simboliza la evolución, resultando el mundo de la economía y la globalización: símbolos de finanzas, la polea, el engrane, de la mecánica, una antena un mirador, astronomía, satélites, pero sobre todo el chip que es el rey del futuro y la vanguardia, comercio y comunicación en Internet, la nueva globalización.
Pero el primer plano lo toma  un piso amarilloso, camino hacia la luz, desde el águila que retrata la identidad primitiva de México, la fusión México-España, resultando un hombre que camina aceleradamente al desarrollo; el caballo y la rueda como transporte terrestre,  el avión y la navegación, tres figuras primitivas caminando hacia el futuro, concretamente y otra figura entrando al futuro, el tecnócrata que se vale de la ciencia y la tecnología, con un maletín, una computadora, donde guarda todo el sistema de proyección de crecimiento.


“Ubicado en el interior del edifico, esta obra de 5m X 7m, en acrílico desmontable, expresa la relación de lo antiguo y lo moderno a base de planos que se suceden sobrepuestos. Los niveles curvos o verticales resultados también elementos principales. Contribuyendo a la dinámica del relato, en tanto que alcanzan la mayor unidad y la mayor fuerza expresiva para plasmar la idea fundamental para la historia de México de la fusión de dos grandes razas: la indígena y la hispana, con el característico estilo de su autor Ernesto Ríos, elemental, intenso y expresivo.

El Muralista Ernesto Ríos se inclina por este  genero de expresión plástica, no únicamente por el sentido monumental de su estructura, si no por que encuentra por esta vía una manera directa para compenetrase con el pueblo de México. Incluyendo su entidad polivalente en la concepción global del mundo de hoy.

Dra. Berta Taracena
Historiadora y Crítica de Arte
Miembro del AICA (Asociación Internacional de Críticos de Arte)




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