Mural
Sinaloa Siglo
XX: La Fusión de dos Culturas
Técnica: al Acrílico
Bastidor: Desmontable, lienzo sobre madera, montado en un muro de concreto,
Medidas: 35m²
Ubicación: Interior del edificio Mazatlán International Center
Mazatlán Sinaloa
Año: 2009
Explicación temática del mural
Esta obra está dividida en escenas
alegóricas que nos presentan por separado las etapas esencialmente sintetizadas
del desarrollo y tratamiento turístico del golfo, zona de los puertos del
noroeste del pacífico, donde los elementos principales de la obra mural son:
Un atardecer de un puerto donde en
el cielo primitivo se refleja un venado significando específicamente a
Mazatlán, el mar al horizonte en perspectiva, las montañas rocosas y arrecifes,
con puertas y formas caprichosas, la playa, la ciudad en su crecimiento
tecnológico, la navegación. Este planteamiento escénico de fondo nos muestra un
desarrollo en plena construcción de proyectos marítimos, turísticos y
económicos.
Sobre éste templete podemos ver como
segundo plano el encuentro de las dos identidades que se fusionan: la apreciada
histórica cultura mexicana, un orden matemático indígena con una identidad de
sacrificios y dioses, a la defensa del español civilizado que trae la religión
e impone las costumbres y la ley europea.
Este pasaje de lucha donde los
actores principales son Vázquez de Coronado y Nuño de Guzmán, se da al pie de
una pitahaya, como tratando de representar a Sinalo-bola (Sinaloa) pitahaya y
agua según la toponimia, sin embargo todo el desértico noroeste se identifica
por pitahaya y cactos.
Esta escena está enlazada por un
puente que nos lleva a la actualidad, que simboliza la evolución, resultando el
mundo de la economía y la globalización: símbolos de finanzas, la polea, el
engrane, de la mecánica, una antena un mirador, astronomía, satélites, pero
sobre todo el chip que es el rey del futuro y la vanguardia, comercio y
comunicación en Internet, la nueva globalización.
Pero el primer plano lo toma un piso amarilloso, camino hacia la luz, desde
el águila que retrata la identidad primitiva de México, la fusión
México-España, resultando un hombre que camina aceleradamente al desarrollo; el
caballo y la rueda como transporte terrestre,
el avión y la navegación, tres figuras primitivas caminando hacia el
futuro, concretamente y otra figura entrando al futuro, el tecnócrata que se
vale de la ciencia y la tecnología, con un maletín, una computadora, donde
guarda todo el sistema de proyección de crecimiento.
“Ubicado en el
interior del edifico, esta obra de 5m X 7m, en acrílico desmontable, expresa la
relación de lo antiguo y lo moderno a base de planos que se suceden
sobrepuestos. Los niveles curvos o verticales resultados también elementos
principales. Contribuyendo a la dinámica del relato, en tanto que alcanzan la
mayor unidad y la mayor fuerza expresiva para plasmar la idea fundamental para
la historia de México de la fusión de dos grandes razas: la indígena y la
hispana, con el característico estilo de su autor Ernesto Ríos, elemental,
intenso y expresivo.
El Muralista
Ernesto Ríos se inclina por este genero
de expresión plástica, no únicamente por el sentido monumental de su
estructura, si no por que encuentra por esta vía una manera directa para
compenetrase con el pueblo de México. Incluyendo su entidad polivalente en la
concepción global del mundo de hoy.
Dra. Berta Taracena
Historiadora y Crítica de Arte
Miembro del AICA (Asociación
Internacional de Críticos de Arte)
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